lunes, 13 de febrero de 2017

Prólogo

Un año más de trabajo continuo y otro, como tantos, de profundo agradecimiento.
Agradecimiento a todos quienes trabajan en la convicción de que será la capacitación uno de los pilares fundamentales de cualquier acción institucional que propenda a la mejora del servicio de justicia.
Y por eso, nuestro primer agradecimiento es a la Corte de Justicia por la confianza que deposita en nosotros cada año.
Agradecimiento a todos los coordinadores, capacitadores y asistentes que nos acompañaron este año: un año de mucha actividad, de mucho esfuerzo y de muchas satisfacciones.
A todos, muchas gracias.
Pero no quisiera finalizar sin antes referir a un aspecto que desde el Instituto de Capacitación de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires –REFLEJAR- se viene trabajando y respecto del cual esta Escuela ha tenido especial participación, y es el relacionado al Perfil del Juez que requiere la justicia.
Y en este sentido transmitirles algunas reflexiones del aporte realizado a la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales –RIAEJ-, en el documento referido al Paradigma Curricular del Juez, al incorporarse las competencias transversales al perfil del magistrado, entendidas como aquellas que sirven para todos los integrantes de la organización –en nuestro caso jueces y juezas-. Son aquellas competencias genéricas, comunes a la mayoría de ellos y que se relacionan con la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos. Comprensivas de aquellas que debiera tener todo juez cualquiera sea la jurisdicción en la que opere, a partir de considerarlo como destinatario, motor y eje de la capacitación, y plasmadas en lo que llamamos, en una primera etapa, el Juez Comunicador, el Juez Formador, el Juez Socialmente Responsable y el Juez Investigador.
Y acercarles además algunas conclusiones surgidas del XX Congreso Nacional de Capacitación Judicial, en especial las del taller sobre el Rol de los Jueces en los Procesos de Diálogo y la en la Construcción de Consensos, que tuvo como objetivo (cito) “definir las herramientas para que el juez en particular, y los operadores de justicia en general, puedan cumplir con el rol de constructores de la paz y de la justicia:
1. La fisonomía de la conflictividad actual supera el ámbito individual y requiere un análisis integral y herramientas de resolución que abarquen su complejidad, articuladas en forma mancomunada con los otros poderes del Estado.
2. Son necesarias acciones dirigidas a:
-transponer los límites de la preparación tradicional de los operadores de la justicia, para dotarlos de herramientas superadoras de los clásicos conflictos individuales, conscientes de que al juez también le corresponde asumir roles distintos a los tradicionales, tales como hacer frente a la falta de seguridad y promover la prevención.
- afrontar y procurar superar el desacompasamiento de los tiempos: el que requiere la sociedad y el que maneja la justicia.
- asumir métodos eficientes de capacitación de los operadores, incorporando las herramientas que aportan otras disciplinas capaces de dar respuestas a los requerimientos sociales actuales.
-  promover y fortalecer los procesos alternativos y el diálogo como instrumentos para comprender al otro desde la diversidad y para fomentar la cohesión.
- generar dispositivos para el abordaje del conflicto en su etapa de gestación, instalando la idea de alerta para la detección temprana de los mismos.
- fomentar la participación civil para dar respuestas sustentables y acceso a la justicia, con la implementación de los lineamientos que aportan las Reglas de Brasilia.
- asumir la función pedagógica de los operadores del derecho para definir acciones sustentables y contribuir en mejor medida a la paz social y al acceso a la justicia, especialmente de los más vulnerables.”

Queda mucho por hacer.

Dr. Abel Luis Soria

Director